CAPÍTULO 6º: vuelta a Barcelona y presentación en la Bonnemaison

Rápidamente moví mis hilos y a través del Ministerio de Exteriores del Uruguay y el Consulado Uruguayo de Barcelona  me concedieron una expo en la Sala Figari. Como para entonces yo no podía viajar para allá Rosario Collazo y Javier Abdala se iban a ocupar de la muestra: la una de la comunicación y protocolo, el otro de transporte y montaje de la exposición. Todo parecía que volvía a funcionar…

Hasta que me contactaron del EAC para pedirme datos para desmontar y mandar mis obras de vuelta a Barcelona tras finalizar la muestra. Les comenté, como pensaba que ya había comunicado anteriormente, que las obras se moverían a otra expo dentro de Montevideo tras no poder cerrar el movimiento a Bs As. Entonces me contestaron que a las obras se les acababa el permiso de aduanas y que mis opciones eran tres: Sacarlas y reentrarlas en la maleta sin declararlas, nacionalizarlas uruguayas o pedir una prórroga del visado por tres meses alegando la próxima muestra. Parecía que esta última opción era lógica y posible.  

Pero dos semanas después se me denegó la prórroga y en dos días la maleta de las viajeras deportadas viajaba rumbo a Taller de ideas Barcelona. Así, dentro de la maleta, han estado encerradas casi un año.  

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Gracias a la propuesta del Consulado del Uruguay en Barcelona de exponer junto a Elisa Armendáriz y Ana Maria Beaulieu dentro de las actividades del mes de la mujer prodréis visitar a las Santas Amas de Casa Viajeras, La Mami y la Prolija, en la Bonnemaison durante todo el mes de marzo. Sin duda un momento idóneo para sacarlas a la luz.