martes, 11 de febrero de 2014

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imagen del contenido Temporada 13 del EAC: entre amas de casa, videos y colchones

POR QUÉ HAY QUE IR A VER...

Temporada 13 del EAC: 

entre amas de casa, videos y colchones

29.01.2014 - MONTEVIDEO (Uypress/Azul Cordo) 
Una tetina, un celular, un condón masculino y otro femenino, una revista Burda y un teclado de PC, un chupete, una escoba y guantes de goma... todo sostenido (¿o contenido?) en una tabla de planchar con rostro de mujer. Una Santa Ama de Casa creada por Karol Bergeret que forma parte de la Temporada 13 del EAC.

El Espacio de Arte Contemporáneo (EAC) ubicado en la ex Cárcel de Miguelete inauguró en noviembre del año pasado la Temporada 13 -que se extiende hasta marzo- y consiste en cuatro exposiciones y un proyecto en el patio Norte, que valen la pena ir a ver.

Quadratura, La piel de los sueños, 3 Círculos y Departamento 20 constituyen una multiplicidad de propuestas que interpelan a cada espectador y espectadora. Sumado al proyecto de recuperación arqueológica-arquitectónica-fotográfica, ideado por Jorge Tiscornia, bajo el título de Los Fusilados.

Quadratura, del artista español Daniel Canogar, apela a las posibilidades de resignificación de tecnologías audiovisuales, musicales, cinematográficas, que cambian más rápido de lo que las podemos aprovechar. En cuatro salas, cientos de cd's reflejarán al infinito colores y escenas de películas y constituirán nuevas obras; el sonido penetrante de la señal televisiva en stand by nos atravesará durante gran parte del recorrido; escenas congeladas de VHS y tantas otras señales, que apuntan a explorar "las propiedades fantasmagóricas del cine y la imagen" y a reflexionar sobre la velocidad de la extinción de esos medios de comunicación y arte. "La acelerada obsolencia tecnológica condena estas memorias al olvido, a pesar que sin ellas dejamos de ser quienes somos", indica la curaduría de esta muestra.

3 Círculos, de Manimal, invita a pensar "sobre lo reductivo del arte" a partir de tres piezas pintadas en el EAC, que liberan de estaticidad a la imagen y provocan al público a jugar con las perspectivas.

La piel de los sueños es la realización de seis hombres privados de su libertad, expresando sueños, llantos, luchas, resistencias en sus propios colchones. Bajo la curaduría del artista visual Federico Arnaud y la tallerista y psicóloga Lucía Landinelli Oroño, seis presos que se encuentran en el Centro de Rehabilitación N°6 de Punta de Rieles resignifican el objeto más personal que tienen en el calabozo; el mismo que se vuelve objeto encendido para visibilizar sus reclamos en los motines.

Con la técnica de pirograbado, pasan dibujos en lápiz a la gomaespuma de los colchones, expuestos en el espacio 5, junto al panóptico de la prisión-galeríadearte "porque entendemos ese espacio como límite", explican los curadores. Y nos hacen asomar al estado en que también está el EAC: hacia un lado, luminoso, blanco, restaurado y revestido en madera; en el precipicio, el vidrio y el escaparate que nos expone al resto de la construcción original, escombros, calabozos abandonados a su suerte; "señalaría la frontera, el prejuicio entre el nosotros (sociedad) y el otro (excluido)", agregan Arnaud y Landinelli Oroño.

Al bajar al subsuelo, una pantalla azul atrapa y, a medida que nos acercamos, constelaciones se construyen y sonidos armoniosos comienzan a sonar. Somos nosotros mismos que estamos creando la obra artística, a partir de sensores y nuestros movimientos. Para jugar-crear-constelar por horas, gracias a la artista Mariana Carranza, uruguaya residente en Alemania.

Junto a Carranza (Constelaciones) exponen, en los calabozos-sala, Adriana Katz Pavlotzky (Conectores), Cecilia De Souza (Ida solo), Victor Lema Riqué (La dirección del viento predominante I) y Karol Bergeret (SuperWomanShiva y La Mami).

El triple rol encarnado

Después de haber constelado, la luz de un tubo fluorescente que se asoma desde adentro de un ex-calabozo llama mi atención. Es una aurora artificial de una santa muy real: la Santa Ama de Casa, una especie en extinción, define Bergeret.

La oración a las Santas Amas de Casa, mártires, devotas, madres, esposas, amantes, enfermeras, planchadoras, cocineras, costureras, compiladoras de sabiduría hogareña, conocedoras de rutinas y horarios, impresa sobre un trapo amarillo de cocina, se conjuga con la sala contigua donde se expone la SuperWomanShiva, la mujer moderna, que puede con todo -resultado de la "revolución de la mujer", que desencadenó grandes avances e igualdades con los hombres, pero que se sumaron a más responsabilidades a la jornada y quehacer femenino cotidiano-.

Inspirada en un repasador heredado de su madre que indicaba "las cosas que ella debe saber antes de la boda", Bergeret invita al espectador "a valorar y reflexionar sobre las funciones que han tenido y tienen estas mujeres dentro de la sociedad". "A través de objetos domésticos recuperados que pierden su función primaria, explico historias de esta figura femenina, prototipo de la mujer española de hace tan solo unas décadas, que dedicó su vida, de forma gratuita y anónima, a la familia y al hogar".

SuperWomanShiva está representada por una tabla de planchar de la que salen sus múltiples brazos con los que teclea su trabajo en la oficina, amamanta, cocina, limpia, arregla la ropa, concerta citas por celular, y rodeada por testimonios de supermujeres que día a día deben lidiar con ser buenas profesionales, buenas amantes, madres cancheras y actualizadas, abuelas jóvenes.


El triple rol (que suma actividades productivas, reproductivas y comunales) femenino, encarnado en una tabla de planchar, cubierto con telas y objetos reciclados -en este caso "objetos domésticos suministrados por la familia y amigos de mis padres, los adquiridos en la Feria de Tristán Narvaja y también los encontrados por la calle"-, objeto artístico donde Bergeret reivindica el trabajo (remunerado y no remunerado) de las mujeres.

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